El desarrollo del Módulo 3 del Diplomado Virtual Las
Nuevas Realidades del VIH y su Abordaje Sociocomunitario estuvo a cargo de
la licenciada María Teresa Piñero,
reconocida experta en el manejo emocional y las constelaciones sistémicas; también
ha sido reconocida como Mujer de Paz (2020) así como presidenta de la
Asociación Civil Gurrufio, con sede en Acarigua, estado Portuguesa.
Este módulo tuvo como propósito central brindar herramientas
para comprender y gestionar las emociones en el contexto de la sexualidad y del
trabajo comunitario relacionado con el VIH.
La jornada comenzó con una introducción al universo de las emociones, abordando sus definiciones, características generales y
tipos básicos. La facilitadora explicó que las emociones son reacciones
psico-fisiológicas que surgen ante estímulos internos o externos, y que cumplen
funciones adaptativas esenciales para la vida humana.
Entre las emociones básicas, se destacaron la alegría,
tristeza, miedo, ira, sorpresa y asco, reconociendo que todas son válidas,
necesarias y tienen un mensaje que conviene escuchar.
Desde su experiencia en el acompañamiento psicoemocional,
Piñero compartió cómo estas emociones, si no se gestionan de forma adecuada,
pueden afectar el bienestar personal, las relaciones afectivas y la manera en
que las personas enfrentan situaciones relacionadas con la salud sexual, el VIH
o los estigmas asociados.
En comunidades donde predomina el juicio o el
desconocimiento sobre la sexualidad, la represión o la mala canalización
emocional pueden derivar en conflictos, discriminación o decisiones
perjudiciales.
Uno de los aportes clave del módulo fue la presentación de
los principios de la inteligencia
emocional, entendida como la capacidad de reconocer, comprender y
manejar nuestras emociones, así como de percibir y acompañar emocionalmente a
otras personas.
La facilitadora desglosó cinco elementos fundamentales: Autoconciencia, Autorregulación emocional, Motivación personal, Empatía y Habilidades sociales
Estos principios, planteados originalmente por Daniel
Goleman, se aplicaron al contexto comunitario mediante ejemplos prácticos, como
la reacción de una persona al recibir un diagnóstico de VIH o la importancia de
la empatía al trabajar con poblaciones vulnerables.
Se enfatizó que fortalecer la inteligencia emocional es una
herramienta poderosa tanto para el crecimiento individual como para la
construcción de vínculos sanos y espacios comunitarios de confianza.
Un eje novedoso y profundo fue la relación entre emociones y sexualidad. Piñero invitó
a reflexionar sobre cómo el manejo de las emociones influye directamente en la
vivencia del placer, los vínculos afectivos, la toma de decisiones sexuales y
la capacidad de establecer límites. Se abordó el impacto de la vergüenza, el
miedo, la culpa o la euforia en el comportamiento sexual, especialmente en
contextos donde no existen condiciones de apoyo ni información clara sobre la
salud sexual y reproductiva.
Durante la segunda parte del módulo, se compartieron
diversas herramientas para el manejo de
las emociones relacionadas con la sexualidad, algunas basadas en
dinámicas de constelaciones sistémicas, meditación guiada, visualización
emocional y ejercicios de escritura reflexiva.
Los participantes fueron invitados a identificar sus propias
emociones vinculadas a la sexualidad, explorar sus orígenes familiares o
culturales y plantearse nuevas formas de abordarlas desde el respeto y el
cuidado de sí.
Este espacio se convirtió en un momento de alta sensibilidad
grupal, donde surgieron experiencias personales, bloqueos emocionales, temores
y también esperanzas.
La facilitadora brindó un acompañamiento respetuoso, amoroso
y técnico que permitió a muchas personas sentirse vistas y escuchadas. En sus
palabras: “Sanar lo emocional es parte de sanar lo sexual, y en ese camino,
la comunidad también se transforma”.
En conclusión, este tercer módulo fue una invitación a mirar
hacia adentro, a reconocer la importancia de las emociones en el trabajo
comunitario y a comprender que el abordaje del VIH requiere tanto conocimientos
técnicos como una profunda humanidad.
Las herramientas compartidas por la licenciada María Teresa
Piñero permiten a los participantes ampliar su comprensión de la salud
emocional y afectiva, así como fortalecer su rol como agentes multiplicadores
en la promoción de una vida sexual plena, informada y libre de prejuicios.
CIBERPAZ/conIA
Mayor información: educacionsexualadistancia@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario