La Universidad de Los Andes (ULA), como institución
educativa emblemática en Mérida, Venezuela, tiene un rol esencial en la
formación integral de sus estudiantes, no solo desde lo académico, sino también
desde lo social y humano. En este contexto, la promoción de la educación sexual
y la prevención de las violencias se posicionan como ejes fundamentales para el
desarrollo de una comunidad universitaria saludable, equitativa y respetuosa.
La educación sexual integral (ESI) permite a los estudiantes
comprender aspectos esenciales de su salud física, emocional y psicológica,
promoviendo actitudes responsables y saludables frente a la sexualidad. Además,
fomenta el respeto hacia la diversidad de orientaciones e identidades sexuales,
contribuyendo a un entorno más inclusivo y libre de discriminación. En una
etapa vital donde los jóvenes enfrentan desafíos relacionados con las
relaciones afectivas, la toma de decisiones y el acceso a información
confiable, la ESI se convierte en una herramienta crucial para empoderarlos y
protegerlos frente a riesgos como infecciones de transmisión sexual o embarazos
no planificados.
Por otra parte, la prevención de las violencias, especialmente
las basadas en género, debe ser prioritaria en el ámbito universitario. Este
tipo de violencia, que afecta a mujeres, personas de la comunidad LGBTQ+ y
otros grupos vulnerables, no solo tiene consecuencias graves a nivel
individual, sino que también debilita el tejido social dentro de la
universidad. La sensibilización, a través de talleres, campañas y espacios de
diálogo, puede ayudar a erradicar conductas nocivas y a construir una cultura
de respeto mutuo.
La ULA, como espacio de formación de futuros líderes, tiene
la responsabilidad de integrar estas temáticas en su currículo y actividades
extracurriculares. Al hacerlo, no solo se protege el bienestar de los
estudiantes, sino que se contribuye a la formación de profesionales
comprometidos con la equidad, los derechos humanos y la justicia social. En
este sentido, las iniciativas universitarias deben ser respaldadas por toda la
comunidad académica, para garantizar su alcance y sostenibilidad.
Promover la educación sexual y la prevención de las violencias
no es solo una tarea educativa; es un compromiso ético con las generaciones
actuales y futuras. La Universidad de Los Andes, como bastión de conocimiento y
cambio social, tiene el potencial de liderar esta transformación en Mérida y
más allá.
En ese sentido,
en el marco de los 25 día de la prevención de la violencia de género, se
desarrolló la Ruta de Prevención bajo el lema "Previniendo Contigo"
En esta oportunidad, cincuenta estudiantes de la Universidad
de los Andes, hablamos sobre las formas de prevención en salud y género.
Todos participaron del Machistometro, herramientas lúdica donde podemos generar alternativas de información de formación y transformación de las creencias limitantes y de los roles de género en las nuevas masculinidades.
Esta acción emprendida desde el proyecto JUNTOS (Jóvenes Unidos por Territorios Organizados y Sostenibles) emprendido por CISP Venezuela contando con el apoyo de la Cátedra de la Paz y del equipo Cultura de Paz de la Dirección General de Cultura, a cargo de la facilitadora licenciada Diana Lobo.
"Seguimos con nuestra ruta de prevención, quienes se quieran sumar al cambio y tener una educación sexual sana y responsable comunicarse con previniendocontigo@gmail.com" concluyó Lobo.
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