El 24 y 25 de noviembre 2016,
en Mérida, se realizó el Taller sobre el “Modelo de Protocolo Latinoamericano
de investigación de las muertes violentas de Mujeres por razones de Género
(Femicidio/Feminicidio)”, organizado por el Observatorio de los Derechos
Humanos de las Mujeres, Núcleo Mérida.
Entre sus participantes,
estuvieron las licenciadas Diana Lobo y Leticia de Rivas, integrantes de la
Cátedra de la Paz y Derechos Humanos Mons. Oscar A. Romero de la Universidad de
Los Andes.
Con todos los aportes en este
taller, nos pudimos dar cuenta que el contexto actual en Venezuela, violenta en
todas sus formas a las mujeres, en especial, a las niñas y las adolescentes.
Podemos resaltar con los datos
suministrado del Informe elaborado por las diversas organizaciones de mujeres
para el Examen Periódico Universal (EPU) dicha realidad, empezando por la falta
acceso a la información de la Salud;
además de estar en presencia que la
falta de información es política del Estado Venezolana, que afecta todos los
aspectos de la vida social, política y económica en Venezuela.
La información que se presentó
en este informe del EPU señalo Diana Lobo, fundamentalmente, es el producto de
estudios y aportes de la sociedad civil venezolana.
Recordemos que la Asamblea
Nacional de la República declaró el 26 de enero de 2016, la crisis humanitaria
en salud debido a que las personas no están muriendo por su condición crónica,
sino por la falta de condiciones mínimas de atención y medicamentos esenciales;
además, exigió al Gobierno Nacional garantizar de manera inmediata el acceso a
la lista de medicamentos esenciales publicados por el Ministerio del Poder
Popular para la Salud el 15/11/15 en Gaceta Oficial así como el
restablecimiento de la publicación sistemática y regular del Boletín
Epidemiológico.
Según las facilitadoras del
Taller, Venezuela sufre una de las más altas tasas de criminalidad del mundo
(Observatorio Venezolano de la Violencia/Informe 2015) El incremento de la
violencia en el 2015 está relacionado con una mayor presencia del delito
organizado (mafias y bandas criminales);
un mayor deterioro de los cuerpos de seguridad del estado, con un proceso de
privatización de la seguridad que lleva a la contratación de vigilantes. El
aumento de linchamientos o contratos de sicarios en diversas partes de
Venezuela; la militarización represiva de la seguridad tanto en las posiciones
de mando como en el tipo de acción e impunidad generalizada en medio de un
empobrecimiento rápido y sostenido.
Otras condiciones del contexto
actual que violenta a las mujeres son las actuales condiciones de vida, que se refleja en hogares en condición
de pobreza de ingreso, un 48% en 2014 (3 % más que el de 1998) y un 73% en 2015. Se duplica la pobreza extrema de 23,6% a
49,9%, con la mitad de los no pobres de 2014 que descendieron a ser pobres en
el 2015.
En 2016; la inflación, la
escasez y la dificultad de la mayoría de la población para satisfacer las
necesidades de alimentación siguen aumentando, con un crecimiento de la pobreza
estructural; más de la mitad de los hogares en pobreza de ingreso compran
alimentos subsidiados, ya que sin ese tipo de abastecimiento no podrían comer.
Una de las conclusiones del
taller, es que no existe una política de estado que ataque las causas
estructurales mientras la política social se concentra en las misiones
orientadas a alcanzar metas sociales como viviendas, electrónicos o vehículos.
Por otra parte, el taller
expuso la realidad de las mujeres en este contexto actual, hay una feminización de la pobreza, en una preponderancia de roles
maternos y de cuidado. Las causas más
importantes de la feminización de la pobreza según las facilitadoras del taller
son: precocidad de los embarazos, segregación laboral, discriminación salarial (Castillo
Adicea/Género y Pobreza/2013)
La causa más importante de la
reproducción de la pobreza extrema es el embarazo adolescente. Hay una necesidad
de políticas que se dirijan a frenar los flujos reproductivos de la pobreza
extrema. Venezuela se ha convertido en una fábrica de madres y mujeres con
acceso cada vez más restringido a su salud sexual y reproductiva,
empoderamiento económico y político e incorporación al mercado laboral. El índice
de desigualdad de género (IDG) 2015: 0,476
La ubica en el puesto 103, el peor lugar de la región de acuerdo al Informe de Desarrollo Humano
del PNUD 2015.
Para culminar, tanto Diana
Lobo y Leticia de Rivas, señalaron que sigue necesario seguir exigiendo al Estado
Venezolana el cumplimiento de los Tratados Internacionales en Derechos Humanos
a favor de las mujeres, las niñas y adolescentes hembras.
Para culminar, ambas
integrantes de Cátedra de la Paz, señalaron que para mayor información sobre
esta actividad dirigirse a observaddhhmujeres@gmail.com
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