En mayo, ONUSIDA advirtió del riesgo que corría el acceso a los servicios para el VIH, los cuales podrían verse interrumpidos durante la pandemia de la COVID-19. Los primeros estudios de modelaje ya entonces demostraron que una gran interrupción del tratamiento del VIH podría dar lugar a 500 000 muertes más relacionadas con el sida en el África subsahariana. Este nuevo informe nos dice ahora que los servicios de tratamiento y prevención para el VIH se vieron interrumpidos en 10 de los 16 países analizados. Algunos de los países denunciaron reducciones en los medicamentos de hasta un 20 % en algunos lugares. Hubo también múltiples denuncias de personas que viven con el VIH y no disponían de suficientes medicamentos antirretrovíricos para un confinamiento de más de 60 días. Asimismo, se comunicó la situación de ciudadanos que se habían visto obligados a abandonar su terapia del VIH debido a la falta de alimentos.
Además de aprender de las lecciones extraídas de la respuesta al VIH, la pandemia del VIH no se puede olvidar durante esta crisis. «Las comunidades de personas que viven con el VIH y que están afectadas por el virus se han visto una vez más en la encrucijada de la injusticia y la discriminación hacia ellos a raíz de la pandemia de la COVID-19», manifestó Rico Gustav, director ejecutivo de GNP+. «Desde nuestro papel como red mundial de personas que viven con el VIH, pedimos una aplicación de la ley basada en los derechos humanos que respete y reconozca la necesidad de las comunidades marginadas de moverse libremente para acceder a su tratamiento para el VIH y recibir otras medicaciones. Del mismo modo, pedimos que se amplíe la dispensación multimensual de los medicamentos antirretrovíricos para el VIH».
Sin embargo, también son muchos los ejemplos positivos. En 15 de los 16 países analizados, los Gobiernos pusieron en libertad a presos para reducir el hacinamiento y frenar la transmisión de la COVID-19. Allí donde los Gobiernos se aliaron con la sociedad civil y el sector privado, las respuestas a la COVID-19 fueron más positivas e inclusivas. Algunos países proporcionaron medios de transporte gratuitos a partir del toque de queda para garantizar la atención sanitaria en caso de urgencia, mientras que en otros lugares la Policía cambió el poner multas por repartir mascarillas. En algunos países ofrecieron un hogar provisional y alimentos a las personas que vivían en campamentos para desplazados. Otros Gobiernos se comprometieron a no cortar el suministro de agua a los hogares que no abonaran sus facturas, establecieron una moratoria para evitar los desahucios e invirtieron grandes sumas para garantizar la alimentación de sus ciudadanos.
«Las instituciones nacionales de derechos humanos como esta que yo lidero desempeñan un papel fundamental a la hora de velar y proteger los derechos humanos tanto de los más vulnerables como de los que no lo son, especialmente en épocas de crisis y pandemias como las de la COVID-19 y el VIH», expresó Anthony O. Ojukwu, secretario ejecutivo de la Comisión nacional de derechos humanos de Nigeria. «Este informe nos brinda la oportunidad de trabajar mano a mano con instituciones de todo el globo, con el fin de reforzar los controles que ya existen en nuestros países para corregir los excesos, como todos aquellos que se vieron relacionados con la seguridad personal durante los primeros días del confinamiento».
ONUSIDA tuvo también constancia de países que estaban ampliando de tres a seis meses la dispensación multimensual de los medicamentos para el VIH, y de otros que se esforzaron por garantizar el reparto de los tratamientos a domicilio y el suministro de medicamentos basado en la comunidad.
«ONUSIDA reconoce y elogia todos los pasos positivos que se han dado. Sin embargo, hemos de tener presente que la COVID-19 seguirá con nosotros aún mucho tiempo», señaló la Sra. Byanyima. «Mantenemos firme nuestro compromiso de seguir luchando y alzando la voz por los más vulnerables, incluso inmersos en este entorno hostil que ha creado la COVID-19. Nos valdremos de este informe para llegar a los Gobiernos, las comunidades y los socios. Con los resultados de este informe en mano, les pediremos que se abran al diálogo y que traten de hallar juntos la manera de reformar las leyes, las políticas y las prácticas negativas. Les instaremos a proteger los derechos humanos.
El presente informe parte de Los Derechos Humanos en tiempos de COVID-19 — Lecciones del VIH para una respuesta efectiva dirigida por la comunidad, publicado por ONUSIDA en marzo de 2020, y el cual suplicaba a los distintos países que se basaran en los derechos humanos a la hora de responder a la COVID-19, y que tomaran como ejemplo las mejores prácticas que se llevan observando en los 40 años de respuesta al VIH.
Fuente: ONUSIDA
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