La irregularidad en la aplicación de tratamientos y la falta de
soluciones lácteas incrementa la transmisión vertical y favorece la
expansión de la epidemia
90% de los
niños que en la actualidad están infectados por VIH en el país fueron
contagiados por transmisión vertical, es decir, por sus madres que no
recibieron un tratamiento antirretroviral de forma continua.
La
jefa encargada del Servicio de VIH del Hospital J. M. de los Ríos,
Luigina Siciliano, explicó que hace 20 o 30 años, los niños se
contagiaban por transfusiones de sangre, por lo cual insistió en la
urgencia de garantizar el tratamiento antirretroviral a sus madres,
además de hacer mayor énfasis en una educación sexual de calidad y
oportuna para evitar el contagio y la expansión de la epidemia.
“Existe
27% de probabilidad de que un niño cuya madre tiene VIH pueda nacer
sano. Este porcentaje pudiéramos incrementarlo si la progenitora recibe
tratamiento antirretroviral continuo durante el embarazo y mantiene la
carga viral baja. Así evitamos la transmisión. Pero esto no está
ocurriendo”, dijo Siciliano al advertir que los niños no solo corren el
riesgo de contagiarse durante el nacimiento (pues muchas veces la madre
ni siquiera sabe que es portadora de la enfermedad); sino también a
través de la lactancia materna, en vista de que hay escasez de leche y
fórmulas lácteas.
“Hasta
este mes de septiembre, 115 bebés menores de un año de edad, que son
hijos de madres con VIH, tienen el riesgo de contraer la enfermedad a
través de la lactancia materna por no contar con leche ni fórmula
láctea”, añadió Siciliano al informar que en el último año han ingresado
un promedio de entre 13 a 18 niños que no reciben tratamiento.
La
coordinadora de la Unidad de VIH del J. M. de los Ríos, María Graciela
López, aseguró que tiene conocimiento de familias que prefieren irse a
las ciudades colombianas de Cartagena, Bogotá o Medellín, donde les
garantizan la comida antes que quedarse aquí donde teóricamente sus
hijos contaban con tratamiento para la enfermedad.
Elia
Sánchez, presidente de la Sociedad Venezolana de Infectología, añadió
que en la maternidad de Carúpano Candelaria García, donde ella trabaja,
no han suministrado tratamiento antirretroviral para las embarazadas.
La
situación no es diferente para los pacientes adultos. Martín Carballo,
infectólogo y coordinador de la Unidad de VIH del Hospital Universitario
de Caracas, dijo que esta situación de la administración de tratamiento
de forma irregular afecta a 5.170 pacientes del Clínico, lo cual genera
retraso en su recuperación, implica el retroceso en la mejoría de su
enfermedad y abre las puertas para que lleguen otras enfermedades
oportunistas.
De
continuar con esta tendencia, será imposible alcanzar las metas de la
ONU para el año 2010 o 2030 cuando se esperaba lograr que la carga viral
indetectable alcanzara 95%.
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