Muchas veces los problemas que se nos presentan es resultado
de no haber dicho las cosas en su momento y en su tiempo; también implica no
saber romper el silencio que nos oprime o nos encadena a situaciones contrarias
a la paz.
Romper el silencio es poder denunciar las situaciones de
injusticias, desigualdades y opresión que ocurren en nuestros contextos de
actuación como la familia, la escuela y la comunidad.
Romper el silencio nos hace ser mejores constructores de
paz, ya que quien trabaja y vive por la paz debe ser crítico ante las diversas
realidades que tenemos; poder denunciar dichas realidades y proponer
alternativas de soluciones sistémicas.
En este contexto, Cátedra de la Paz y Derechos Humanos Mons.
Oscar Arnulfo Romero viene realizando su labor socio-educativa de formar para
romper el silencio que se tiene en diversos escenarios.
Uno de esos escenarios, es el abuso sexual que se viene
presentando en niños, niñas y adolescentes, en todos los ámbitos y edades; a
veces con el consentimiento de los padres o representantes quienes por razones
económicas ceden a las bajas pasiones de terceros.
La educación sexual y reproductiva que desde Cátedra de la
Paz está enmarcada en el enfoque socio-afectivo de la educación para la paz que
implica el trabajo con las emociones, la afectividad y la resiliencia para que
cada participante puede fortalecerse interiormente y pueda emprender su proceso
de romper el silencio que lo oprime; también implica tomar conciencia que el
abuso sexual puede conllevar a una infección de transmisión sexual y/o embarazo
no deseado, entre otras.
Por eso, para construir la esperanza y la paz debemos romper
el silencio que nos las impide tener en cada persona.
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