07 julio 2025

LSV Módulo 2: Una experiencia de aprendizaje inclusivo

El pasado sábado 5 de julio de 2025 se desarrolló el Módulo N° 2 del Curso de Lengua de Señas Venezolana (LSV) en los espacios de la Iglesia Corazón de María en la comunidad de Los Curos, parroquia civil Osuna Rodríguez del municipio Libertador del estado Mérida (Venezuela)

Esta jornada formativa fue facilitada por las licenciadas Diana Buenaño y Yumery Molina, profesionales con amplia experiencia en el ámbito de la inclusión y la comunicación con personas sordas incorporadas a la formación del proyecto Acción Juvenil contra el Sida, quienes son acompañadas por la Coordinación Académica de la Asociación Civil Cátedra de la Paz y Derechos Humanos Mons. Oscar A. Romero con sede en dicha parroquia merideña.

El encuentro se caracterizó por un ambiente participativo y pedagógico en el que se profundizó sobre temas fundamentales para comprender la base comunicacional de la Lengua de Señas Venezolana.

La jornada inició con una introducción al proceso de comunicación, explicando sus elementos esenciales: emisor, receptor, mensaje, canal, código y retroalimentación. Las facilitadoras destacaron cómo este proceso, aparentemente simple, se complejiza en contextos donde existen barreras sensoriales, y por ello se hace vital comprender las diversas formas de comunicación que existen.

Posteriormente, se abordaron los tipos de comunicación, diferenciando entre verbal, no verbal y escrita. Aquí se hizo énfasis en la importancia del lenguaje corporal, las expresiones faciales y el uso del espacio, recursos fundamentales en la comunicación de las personas sordas. A partir de este punto, se generaron reflexiones grupales en torno a cómo muchas veces la sociedad no reconoce el valor de estas formas comunicativas y la urgencia de promover una cultura de inclusión.

Uno de los momentos más significativos del módulo fue la distinción entre lengua y lenguaje. Las facilitadoras explicaron que el lenguaje es la capacidad humana de comunicarse, mientras que la lengua es el sistema específico que cada comunidad usa para expresar ese lenguaje, como lo es la Lengua de Señas Venezolana para la comunidad sorda del país. Este punto generó diversas intervenciones de los participantes, quienes compartieron experiencias de contacto con personas sordas y reconocieron sus limitaciones previas para comprender este sistema comunicativo.

Seguidamente, se presentó una clasificación clara y didáctica sobre los tipos de sordera, según su origen (congénita o adquirida), grado (leve, moderada, severa o profunda) y momento de aparición (prelocutiva, perilocutiva o postlocutiva). Este contenido permitió entender que no todas las personas sordas tienen las mismas necesidades ni utilizan la lengua de señas de la misma manera, resaltando la necesidad de empatía, escucha activa y formación continua para derribar estigmas y promover una verdadera inclusión.

La segunda parte del módulo estuvo dedicada a la enseñanza del alfabeto dactilológico en lengua de señas venezolana. Las licenciadas propiciaron un aprendizaje dinámico y vivencial mediante ejercicios prácticos individuales y grupales. A través de la repetición, la observación y la interacción, los y las participantes comenzaron a familiarizarse con cada una de las letras del abecedario, experimentando la importancia de la precisión gestual, el ritmo y la colocación de la mano en el espacio visual del interlocutor.

Los ejercicios colectivos despertaron entusiasmo y compromiso entre los asistentes, quienes expresaron su motivación por seguir aprendiendo y practicando. Este segmento práctico no solo fortaleció habilidades técnicas, sino que también fomentó la solidaridad, el trabajo colaborativo y el reconocimiento de la lengua de señas como una herramienta clave para la justicia comunicacional.

En conclusión, este segundo módulo del Curso de LSV reafirmó la necesidad de formarse en comunicación inclusiva, reconociendo la riqueza lingüística y cultural de la comunidad sorda.

Practicar constantemente el alfabeto dactilológico permite avanzar hacia una mayor comprensión del mismo y facilita el primer paso para establecer diálogos con personas sordas. La constancia, el respeto y el deseo de aprender se consolidan así como pilares fundamentales en la construcción de una sociedad más accesible, empática y en paz. Ciberpaz/conIA

 


 


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