Según
la Red Mérida Feminista (2024) en su informe sobre el Acoso Callejero en
Mérida; de la investigación realizada conjuntamente con las demás
organizaciones sociales merideñas que trabajan los temas de Derechos Humanos y
Mujeres han resaltado los principales aportes:
A
través del trabajo de acompañamiento a mujeres víctimas y sobrevivientes de
género, y del monitoreo en redes sociales, hemos en la ciudad de Mérida hemos
podido identificar prácticas violentas en espacios públicos que vulneran el
derecho de las mujeres a transitar libremente, a participar en espacios
públicos y a desarrollar sus vidas libres de violencias.
Algunas de
estas prácticas están naturalizadas y son conocidas como «piropos» o halagos al
cuerpo de las mujeres. Sin embargo, desde las teorías feministas se ha
teorizado sobre estas prácticas de acoso callejero como violencias que se dan
en los espacios públicos y que son formas de ejercicio de poder desigual que
busca cosificar el cuerpo de las mujeres y devolverlas al espacio privado.
Ante la
alta incidencia de reportes de acoso callejero 2022 iniciamos una investigación
en la que encuestamos a 131 personas, y a través de una metodología
cuanti-cualitativa documentamos más de 100 testimonios sobre experiencias de
acoso callejero en la ciudad de Mérida. A través de este estudio fue posible
conocer las percepciones y experiencias del acoso callejero, y realizar una
caracterización de este fenómeno, identificando cuáles formas de violencia son
más comunes en cada zona de riesgo identificada. La muestra estuvo constituida
principalmente por mujeres cisgénero (90.1%) cuya principal forma de movilidad
urbana era transporte público o caminar (71%).
Sobre las
experiencias de acoso callejero, gran parte de las encuestadas han vivido al
menos una vez, formas de violencia que ponen en riesgo su seguridad física y
que pueden tipificarse como delitos. En este sentido, el 56,8% de las
encuestadas declaró que al menos en una ocasión alguien tocó de forma
intencional sus partes íntimas (vulva, senos, boca, trasero). El 29,7% declaró
que al menos en una ocasión había sido acorralada en espacios públicos por
una persona desconocida con intenciones sexuales. El 38% declaró
que al menos en una oportunidad alguna persona se había masturbado frente a ellas en
espacios públicos de forma no consensuada, mientras que el 54% de
las personas encuestadas declararon que al menos en una ocasión fueron
perseguidas de forma persistente por una persona desconocida,
poniendo en riesgo su integridad física.
Las formas
de acoso más comunes experimentadas al menos una vez por las encuestadas fueron
silbidos, o sonidos (77,9%); roces intencionales en zonas no intimas del cuerpo
(77,1%); comentarios de índole sexual (76,3%); y toma de fotografías sin
consentimiento (76,3%).
Las
mujeres que se identificaron como bisexuales o lesbianas reportaron episodios
de violencia en espacios públicos que respondían a razones de discriminación y
odio por razones de orientación sexual.
Sobre la
percepción de la actuación del Estado frente a esta forma de violencia, el 99,2% de
las encuestadas opinó que el Estado a través de sus cuerpos de seguridad y
sistema de justicia no ejecuta acciones suficientes para
prevenir y sancionar este tipo de violencias en el estado
Mérida. Mientras tanto, el 97,7% opinó que son necesarias
políticas públicas de prevención frente a las violencias y acoso en los
espacios públicos; y 98,5% indicó que es necesario también
establecer sanciones para estas formas de violencia. Esperamos que la
información presentada en estas páginas sean insumo para que se generen
políticas y programas que prevengan la violencia de género en espacios públicos
en nuestra ciudad.
Para
conocer ampliamente dicho informe:
No hay comentarios:
Publicar un comentario